Anónimo Miércoles, cinco y veinte de la tarde, mi mama me pregunta si la puedo acompañar a comprar un torta sin TACC, porque vienen un par de amigas suyas y una de ellas es celiaca. Como ya estamos en el auto, le digo que sÃ, que no me molestaria.
Antes de llegar a la tienda, le pido a Grace -mi mama- si me puedo quedar en el auto, porque me da mucha fiaca tener que bajarme y caminar a la tienda. Me dice que si, que no hay problema y llegamos al lugar, Grace estaciona y se va a la tienda. Yo me quedo en el auto. Pasan cinco minutos y veo una chica que muy rápidamente cruza la calle y se va corriendo. Me parece raro, porque no estamos cerca de una estación de tren ni una parada de colectivo, además está vestida con ropa formal.. Entonces ¿por qué corre? Segundos después, veo a un grupo de hombres, gritandole y riendo. Entonces entiendo todo: la están acosando en la vÃa pública. Para cuando quiero ayudarla, ya la perdà de vista. Esto me genera mucha bronca, porque no hice nada en el momento. Pero también me quedo reflexionando y creo que aunque hubiese podido ayudarla, no habrÃa sabido cómo.